Sólo hay vida con muchas fases y modalidades, a una de
las cuales llaman "muerte" los ignorantes, pues nada muere, sólo es
el final de la vida terrena, la muerte es física no espiritual, por favor lean
bien la biblia y otros libros sagrados para que entiendan y comprendan.
1 de Corintios 15:39,40 No toda
carne es igual, sino que una es la carne de los hombres, otra la de los
animales, otra la delas aves, otra la de los peces. Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero uno es el
resplandor de los cuerpos celestes y otro el de los cuerpos terrestres.
El budismo nos incentiva a superar cualquier
preconcepto de pensar o hablar sobre la muerte. Mientras no tengamos alguna
experiencia directa con la muerte, nuestra idea al respecto será apenas
intelectual, limitada por nuestra propia falta de experiencia. Podemos conocer
la muerte de un punto de vista cultural, religioso, científico o histórico.
El budismo
explica la muerte como la separación de la mente y del cuerpo, después que el
cuerpo se desintegra y la conciencia continúa para otra vida. La muerte no es,
por lo tanto, una cesación, y sí, una transición, una transformación. Al
disimular la muerte dejamos de elaborar la realidad de nuestra mortalidad. La
muerte nos aterroriza. Como consecuencia, nos tornamos cada vez más violentos y
auto-destructivos.
La muerte libera de la prisión del cuerpo y permite ir
a un mundo donde se siente la felicidad y el gozo de vivir mucho más
intensamente que aquí, La muerte es un
sueño y un olvido pero también una manera de evolucionar más rápidamente. De
hecho, si no tuviéramos el estado de conciencia del sueño profundo “es el mismo
que la muerte” tendríamos una continuidad de conciencia desde el mundo físico
hasta el más allá, demostrando así que la muerte no existe.
“Para el
alma no existe el nacimiento ni la muerte en ningún momento. No está supeditada
a la creación ni al desarrollo. Es innaciente, eterna y perenne. No es
destructible. Así como una persona se pone ropa nueva y desecha la vieja, así
mismo el alma acepta nuevos cuerpos materiales, desechando los viejos en
inservibles. Ningún arma puede dañar el alma, ni puede el fuego quemarla, ni el
agua humedecerla ni el viento marchitarla. Además es irrompible e insoluble, y
no se la puede quemar ni secar. Está en todas partes, y es sempiterna,
inmutable, inmóvil y eternamente la misma. Así mismo es invisible, inconcebible
e inmutable. Sabiendo esto no es adecuado que te lamentes”. Bhagavad-Gita